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24/10/2025

¿Por cuánto tiempo China puede jugar la carta de las tierras raras?

Arnaud Bertrand, 17-10-2025
English original Version française
Traducido por Luis Casado 

Arnaud Bertrand es un empresario francés, fundador de HouseTrip (adquirida por TripAdvisor) y, actualmente, de Me & Qi. Escribe sobre China, país en el que vivió durante ocho años, así como sobre emprendimiento y geopolítica.


Esta es probablemente la pregunta geopolítica más importante del mundo en este momento: ¿cuánto tiempo puede China jugar la carta de las tierras raras?

Ya está bien establecido que esto le otorga a China una considerable influencia. Para empezar, el pánico frenético del secretario del Tesoro usamericano , Bessent, en los últimos días es una clara señal de ello: insultó públicamente a altos funcionarios chinos por la medida, presionó para obtener "poderes de emergencia" y la declaró un ataque chino contra el "mundo" que requeriría "una respuesta colectiva completa" de USA y sus aliados.

Si esto no es una señal de que Washington ha perdido la calma, no sé qué lo es.

Lo que parece ser un consenso —porque lo he visto mencionado repetidamente— es que uno de los principales obstáculos para romper el dominio de China sobre las tierras raras son las regulaciones ambientales. Según la narrativa dominante, Occidente se ha autoexcluido del sector de las tierras raras al imponer estándares ambientales que China simplemente ha ignorado.

Y así, implícitamente, solo se necesitan los ajustes regulatorios adecuados y subsidios públicos para resolver el problema en pocos años. Sería principalmente una cuestión de voluntad política aceptar ciertos compromisos ambientales.

Hay algo de cierto en esto —el procesamiento de tierras raras puede ser muy contaminante—, pero por lo demás, es una visión de tipo "solución milagrosa".

La dificultad de romper el control de China es mucho, —MUCHO—, mayor que los simples ajustes regulatorios. El dominio chino tiene mucho más que ver con la escala de su manufactura y la integración vertical de sus cadenas de suministro; por lo tanto, romperlo requeriría una transformación completa del nivel de industrialización de Occidente.

 Hablamos de algo que requeriría una transformación total de la estructura socioeconómica occidental, con billones de dólares de inversión —con una recuperación que podría alcanzarse en dos décadas—, así como una profunda transformación de su sistema educativo. En resumen, una empresa de proporciones generacionales, casi sin precedentes.

Uno podría verse tentado a comparar el esfuerzo requerido con el del Proyecto Manhattan o el programa Apolo —que ya es enorme, ¿verdad?—, pero en realidad subestimaría enormemente la escala requerida. El nivel de esfuerzo requerido es, en realidad, más comparable al de una revolución industrial que al de cualquier proyecto monumental.

¿No me crees? ¡Probablemente pienses que exagero! ¡No puede ser tan dramático!

Precisamente por eso escribí este artículo: para mostrarte en detalle el esfuerzo titánico que se requeriría para tan solo uno de los elementos en la lista de control de exportaciones de China: el galio.

Y recuerda, al leer este artículo, que este es solo UNO de los 21 elementos químicos sujetos a restricciones, y que estos controles se aplican no solo a los elementos químicos, sino también a los productos derivados (baterías de iones de litio, materiales ultraduros, etc.).

Después de leer este artículo, el pánico de Bessent te parecerá casi incontrolable.

¿Qué es el galio?

El galio no es en realidad una tierra rara: es un metal blando y plateado que literalmente se derretiría en la mano en un día caluroso. Sin embargo, es uno de los materiales de mayor importancia estratégica en el mundo actual, ya que, entre otras aplicaciones, es fundamental para la última generación de semiconductores de nitruro de galio (GaN), así como para los modernos radares militares de matriz de antenas activas (AESA), capaces de detectar objetivos a casi el doble de alcance que antes. Un alto ejecutivo de Raytheon declaró en 2023 que:

"El GaN es la base de casi toda la tecnología de defensa avanzada que producimos".

China ha captado un asombroso 98 % de la producción primaria mundial de galio de baja pureza, lo que significa que ejerce un control casi total sobre el material.

¿Qué se necesitaría para producir 100 toneladas de galio?

Preguntémonos algo sencillo: ¿qué se necesitaría para producir 100 toneladas de galio? No es un volumen enorme: China produce 600 toneladas, con una capacidad de producción de 750 toneladas, lo que equivale a menos del 17 % de su producción actual.

Entendiendo la producción de galio

Mucha gente imagina que la minería de galio funciona como la de cualquier otro metal: se encuentra un yacimiento, se extrae, se añaden algunos productos químicos y se extrae el metal. Pero el galio es fundamentalmente diferente: no existe como mineral independiente; se recupera como subproducto de la producción de aluminio.

Se le puede comparar con el aceite esencial de la cáscara de una naranja: el galio es la pequeña cantidad de aceite que se adhiere a la cáscara. Sin una fábrica de zumo de naranja que procese grandes cantidades de naranjas, no hay forma práctica de obtener este aceite esencial por separado. De igual manera, no se puede extraer galio: se necesita toda una industria del aluminio operando a gran escala para capturar las trazas de galio que aparecen en el proceso. Para comprender el orden de magnitud, considere el ejemplo de China Aluminum Corporation (Chalco), el mayor productor de aluminio del mundo: en 2022, la empresa procesó 17,64 millones de toneladas de alúmina, de las cuales refinó 6,88 millones de toneladas de aluminio primario y extrajo 146 toneladas de galio, una proporción de aproximadamente 1 a 47.000 entre galio y aluminio, o de 1 a 120.000 entre galio y alúmina.

Construcción de refinerías de alúmina y fundiciones de aluminio

Los informes que acabamos de ver indican que, para producir 100 toneladas de galio, primero necesitaríamos una industria del aluminio capaz de producir 12 millones de toneladas de alúmina y 4,7 millones de toneladas de aluminio metálico al año. Este es el primer paso.

Como referencia, China representa actualmente el 60 % de la producción mundial de aluminio. India se encuentra muy por detrás, con solo 3,5 millones de toneladas de aluminio (refinado a partir de alúmina) producidas entre 2022 y 2023, lo que significa que todo el país produce apenas la mitad de lo que produce Chalco, una sola empresa china. En cuanto a USA, produjo menos de 0,8 millones de toneladas en 2023.

Por lo tanto, si USA quisiera convertirse en un actor importante en el mercado del galio, tendría que aumentar su capacidad de producción de aluminio casi seis veces, de los 0,8 millones de toneladas actuales a los 4,7 millones de toneladas necesarios para producir 100 toneladas de galio, lo que aún representaría solo alrededor de una quinta parte de la producción de galio de China.

Esto implica la construcción de dos tipos de plantas: refinerías de alúmina, que transforman la bauxita en alúmina; y fundiciones de aluminio, que convierten la alúmina en aluminio metálico mediante electrólisis (el paso donde se extrae el galio).

Fuera de China, el costo de una fundición de aluminio es de aproximadamente 4 mil millones de dólares por millón de toneladas de capacidad anual, lo que significa que las fundiciones por sí solas requerirían unos 20 mil millones de dólares. Las refinerías de alúmina añadirían otros 10 mil millones de dólares.

Por lo tanto, estamos hablando de una inversión total de aproximadamente 30 mil millones de dólares solo para construir las plantas necesarias para este nivel de producción de alúmina.

Daryl Cagle

El desafío energético

Sin embargo, existe un problema: convertir la alúmina en aluminio metálico mediante electrólisis es un proceso extremadamente intensivo en energía. Los datos de la industria indican que producir una tonelada de aluminio electrolítico consume aproximadamente entre 13 000 y 15 000 kWh de electricidad.

USA produce actualmente 0,8 millones de toneladas de aluminio, por lo que necesitaría aumentar su capacidad en 3,9 millones de toneladas. ¿Cuánta electricidad representa esto? Considerando el límite inferior de 13 000 kWh por tonelada, esto equivale a unos 51 000 millones de kWh adicionales, suministrados de forma continua, las 24 horas del día, los 365 días del año. Las fundiciones de aluminio no pueden simplemente cerrar cuando falla la electricidad; el metal fundido se solidificaría en las celdas electrolíticas y las destruiría.

¿Qué son 51 000 millones de kWh? Para poner esto en perspectiva, considere el proyecto nuclear usamericano  más reciente: los reactores Vogtle 3 y 4 en Georgia. Estos dos reactores tienen una capacidad combinada de 2,2 GW y pueden producir aproximadamente entre 17 000 y 18 000 millones de kWh al año a plena capacidad. Por lo tanto, USA necesitaría replicar el proyecto Vogtle 3 y 4 tres veces para alcanzar los 51 000 millones de kWh necesarios; es decir, construir seis nuevos reactores distribuidos en tres emplazamientos.

En términos de costo, Vogtle 3 y 4 finalmente costó $36.8 mil millones tras sobrecostos masivos, en comparación con una estimación inicial de $14 mil millones. Por lo tanto, tres proyectos de esta magnitud representarían aproximadamente $110 mil millones, y eso sin contar los $30 mil millones necesarios para las refinerías y fundiciones de aluminio. Inversión total en infraestructura: aproximadamente $140 mil millones.

En cuanto al cronograma: la construcción de Vogtle 3 y 4 comenzó en 2013, y la Unidad 4 no entró en operación comercial hasta abril de 2024, casi 11 años. Incluso suponiendo que se aprendan las lecciones del proyecto y que las tres nuevas plantas se construyan en paralelo (lo cual es dudoso, dada la escasez de empresas nucleares calificadas y equipo especializado), el cronograma realista para tres proyectos de esta magnitud se extendería, en el mejor de los casos, hasta 2035-2036.

Y recordemos: esta inversión de 140.000 millones y este periodo de 12 años sólo permitirían producir 100 toneladas de galio al año, apenas el 17% de la producción china actual y menos del 14% de su capacidad, que, una vez más, sólo concierne a uno de los 21 elementos químicos puestos por China bajo control de exportación.

El Desafío Humano

Construir las instalaciones es solo la mitad de la batalla; el mayor desafío es encontrar al personal para operarlas. El empleo en el sector manufacturero en USA alcanzó su punto máximo en 1979 con 19,6 millones de trabajadores, pero ha caído a unos 12,9 millones para finales de 2024, lo que supone una pérdida de casi 7 millones de empleos en 45 años. No se trata solo de cifras: también representa una erosión fundamental de la mano de obra calificada en el sector manufacturero.

Y el problema es que el procesamiento del aluminio es una industria que requiere mucha mano de obra. ¿La razón? Las celdas de electrólisis de aluminio son sistemas dinámicos: las condiciones varían de una celda a otra y de una hora a otra, y los operadores deben realizar cientos de pequeños ajustes diarios basándose en la observación visual, el sonido y las lecturas de los instrumentos; un conjunto complejo de decisiones que sigue siendo muy difícil de automatizar.

Basta con observar las cifras de China, el país con las instalaciones más avanzadas y acceso a las últimas tecnologías de automatización: incluso allí, los mayores productores emplean a decenas de miles de personas. Chalco, que mencionamos anteriormente, emplea a 58.009 personas para producir 6,88 millones de toneladas de aluminio. China Hongqiao, el segundo mayor productor del país (después de Chalco), emplea a 49.774 personas y produce alrededor de 6 millones de toneladas de aluminio al año.

Así pues, hablamos de ratios de aproximadamente 8.500 personas por millón de toneladas de aluminio en las instalaciones más eficientes del mundo, con los plazos y la eficiencia de China. Esto significa que para añadir 3,9 millones de toneladas de capacidad, USA necesitaría encontrar al menos 33.000 trabajadores adicionales solo para la producción de aluminio. Y todo esto requiere años de formación: convertirse en un operador cualificado de metalurgia del aluminio requiere años de experiencia práctica con procesos industriales de alta temperatura, conocimientos de metalurgia y manejo de equipos complejos, no habilidades adquiridas mediante cursos rápidos.

Y ni siquiera hablo de los trabajadores necesarios para el sector energético: la puesta en marcha de las nuevas Unidades 3 y 4 de la central nuclear de Vogtle creó 800 empleos permanentes dedicados a su operación. Tres proyectos de tamaño equivalente requerirían, por lo tanto, aproximadamente 2400 trabajadores adicionales para las operaciones nucleares: ingenieros, operadores de sala de control, técnicos de mantenimiento y guardias de seguridad.

Una tarea extremadamente difícil en un país donde el sector manufacturero tendrá 1,9 millones de puestos vacantes para 2033, y donde una parte significativa de la fuerza laboral nuclear actual se jubilará durante la próxima década. USA tendría que dedicar años a capacitar a aproximadamente 35 500 trabajadores industriales especializados solo para este proyecto de galio —que representa el 17 % de la capacidad de producción de China para un solo elemento—, a la vez que compensa las jubilaciones.

El desafío del ecosistema industrial

No se trata solo de fábricas, energía y mano de obra: se necesita un ecosistema industrial completo.

Incluso con el dinero para construir las fábricas, la tecnología para construir las centrales eléctricas y la capacidad de contratar a decenas de miles de trabajadores, persiste un problema aún más complejo: la infraestructura de apoyo.

La producción industrial no existe en el vacío; requiere un entorno económico y logístico completo.

Por ejemplo, la producción de alúmina requiere bauxita, cal y carbonato sódico. USA no tiene escasez de cal ni carbonato sódico, pero la bauxita debe importarse. Esto requiere canales de suministro estables y puertos adecuados para el transporte.

La producción de aluminio electrolítico también requiere materiales auxiliares como sales de fluoruro y ánodos de carbono; por lo tanto, se necesitan otras fábricas para fabricarlos. Se siguen necesitando carreteras y ferrocarriles para transportar estos materiales a las zonas industriales.

Una vez terminados los productos, deben transportarse a puertos para su exportación o a fábricas posteriores (de semiconductores, radares, etc.). Todo esto requiere una red logística altamente desarrollada.

Estas infraestructuras de apoyo no se limitan a construir algunos puentes o pavimentar algunas carreteras; representan el nivel general de industrialización de un país. China tardó 40 años en construir, desde cero, el sistema industrial más completo del mundo. Desde la minería de bauxita hasta la producción de alúmina y aluminio electrolítico, pasando por la extracción y purificación de galio, e incluso la fabricación de chips: cada eslabón de la cadena cuenta con empresas consolidadas e infraestructura adecuada.

Esta brecha del ecosistema industrial no se puede salvar solo con dinero. Requiere tiempo, acumulación a lo largo de varias generaciones y una nación entera que valore la manufactura.

El desafío del mercado

El desafío final, y quizás el más crucial, es el desafío del mercado.

Supongamos que USA, de alguna manera, logra superar todos los demás obstáculos: ha construido los tres proyectos energéticos tipo Vogtle, las dos plantas necesarias, ha encontrado decenas de miles de trabajadores y ha desarrollado todo el ecosistema industrial en torno a todo ello; solo falta vender la producción, es decir, el aluminio y el galio.

El consumo total de aluminio en USA asciende a unos 4 millones de toneladas al año y, sin embargo, como hemos visto, producir tan solo 100 toneladas de galio requiere 4,7 millones de toneladas de aluminio como subproducto inevitable. El mercado interno usamericano  no podría absorber tal producción: incluso si se captaran todos los clientes de aluminio del país, aún habría 700.000 toneladas de excedente de metal. Los mercados internacionales no ofrecen ninguna salida: el mercado mundial del aluminio ya padece un exceso de capacidad estructural, y el aluminio usamericano , producido a costes de mercado y con salarios más altos, no podría competir con los precios chinos.

Entonces, ¿qué hacer? ¿Debería USA vender con pérdidas? ¿Cómo podría ser sostenible la operación? ¿Tendría el gobierno usamericano  que subvencionar las operaciones año tras año para mantener el proyecto a flote a pesar de las pérdidas crónicas?

Todo esto crea una situación económicamente irracional: producir un material estratégico (galio) requeriría mantener permanentemente una capacidad industrial no rentable (producción de aluminio). Ninguna empresa que opere según las reglas del mercado aceptaría participar voluntariamente en semejante proyecto, sobre todo porque, como hemos visto, la inversión inicial ascendería a 140 000 millones de dólares.

¿Y qué hay de los sustitutos?

Probablemente haya pensado: "Si producir nuestro propio galio requiere un esfuerzo tan colosal, seguro que podemos sustituirlo por algo más, ¿verdad?".

El problema es que las propiedades de los materiales son innegociables. Los semiconductores de nitruro de galio (GaN) no se usan porque estén de moda: se usan porque el silicio físicamente no puede hacer lo que el GaN hace. El GaN soporta diez veces más voltaje, opera a frecuencias donde el silicio falla y tolera temperaturas que destruirían los chips de silicio.

Piénselo: si los sustitutos fueran realmente viables, el Pentágono ya los estaría usando. El ejército usamericano  ha sido consciente de esta vulnerabilidad de las tierras raras desde al menos el embargo chino de 2010 contra Japón; eso supone quince años de investigación de alternativas.

Y, sin embargo, aquí estamos, con —una vez más— un ejecutivo de Raytheon declarando que «El GaN es la base de casi toda la tecnología de defensa avanzada que producimos».

E incluso si el galio pudiera sustituirse, probablemente nos encontraríamos en la misma situación. Un sustituto que se menciona con frecuencia es el carburo de silicio (SiC), pero… China también controla la mayor parte de la producción mundial de SiC, y este material no es rival para el GaN en las aplicaciones más críticas.

E incluso si existieran sustitutos perfectos para el galio —que no existen—, seguiríamos enfrentándonos al mismo problema con los otros 20 elementos de la lista de control de exportaciones de China.

La estrategia de "sustituirlo todo" acaba cayendo en el absurdo. Llegado a cierto punto, "encontrar alternativas para 21 materiales estratégicos críticos" equivale funcionalmente a desafiar las leyes de la física: equivaldría a pedirle a la naturaleza que nos proporcionara componentes básicos distintos a los que realmente existen.

Conclusión

Entonces, ¿cuánto tiempo puede China seguir jugando la carta de las tierras raras?

Acabamos de ver la enorme escala de los esfuerzos necesarios para producir menos de una quinta parte de la cantidad de galio que produce China:

  • una inversión inicial de aproximadamente 140 000 millones de dólares;
  • a construcción de dos gigafábricas y tres centrales nucleares a gran escala;
  • la formación y contratación de más de 35 000 trabajadores altamente especializados;
  • el establecimiento de todo el ecosistema industrial necesario en torno a esta infraestructura;

...todo para una operación que jamás podría competir con los precios chinos en los mercados mundiales y, en consecuencia, probablemente tendría que ser subvencionada permanentemente por los contribuyentes usamericanos.

Tomemos este ejemplo y multiplíquelo por 21, es decir, por el número total de elementos químicos sujetos a los controles de exportación de China (y aun así, eso no incluye los productos procesados, que también están sujetos a restricciones), y empezaremos a comprender el verdadero poder de la carta de las tierras raras. Un elemento muy similar al galio, también dominado por China e incluido en su lista de control, es el indio, un subproducto del cobre.

Al igual que con el galio, romper el control chino sobre el indio implicaría reconstruir toda la cadena industrial del cobre: ​​minas, fundiciones, plantas de procesamiento químico, electricidad, logística, transporte, etc.

¿Comienzan a comprender el pánico de Bessent?

Esto no es algo que un Proyecto Manhattan o un programa Apolo puedan resolver. Es mucho más inextricable: la ventaja de China no es tecnológica, sino sistémica. No estamos hablando de proyectos puntuales; hablamos de un proceso que requeriría una reestructuración completa de la estructura social, desde la crianza de los hijos hasta la asignación de capital.

Consideren lo que se necesita para producir un solo operador cualificado en una fundición de aluminio: primero, un estudiante de secundaria debe ver el trabajo industrial como una trayectoria respetable, no como un fracaso universitario. Luego, debe acceder a una escuela vocacional bien equipada y conectada con la industria, escuelas que Occidente cerró en gran medida en la década de 1980. Luego vienen de 2 a 3 años de capacitación y de 3 a 5 años de experiencia en taller para alcanzar la plena competencia.

Eso supone de 8 a 10 años desde la elección de la carrera hasta el dominio del oficio. Ahora multiplique eso por 35.000 trabajadores solo para ese elemento; multiplíquelo de nuevo por 21 elementos y multiplíquelo de nuevo por todos los puestos de apoyo necesarios para construir las instalaciones y supervisar la capacitación.

China ya cuenta con todo esto. Para 2023, contaba con 11.000 escuelas vocacionales con casi 35 millones de estudiantes matriculados. Es un proceso estandarizado, sistemático y continuo. Occidente no solo carece de programas, sino que también carece de la cultura y las instituciones que guíen a los estudiantes hacia estos campos. Todo este marco tendría que reconstruirse antes de que se pueda reconstruir la fuerza laboral.

O bien, tomemos como ejemplo la asignación de capital: construir una industria de tierras raras requiere aceptar pérdidas durante décadas y retornos de la inversión a lo largo de veinte años. Esto requiere capital paciente y, por lo tanto, inversores que toleren horizontes temporales largos. Estos horizontes presuponen estabilidad política y regulatoria, basada a su vez en un consenso social que considera la manufactura estratégica. Y este consenso... nuevamente se refiere a la educación, los medios de comunicación, la cultura.

Entonces, ¿cuánto tiempo puede China seguir usando las tierras raras? La respuesta realista parece ser: durante muchísimo tiempo.

Léase sobre el mismo tema 

👉El control lento del mundo, por François Vadrot

 

17/03/2025

TEEMU RUSKOLA
La formación de la clase obrera china

 Teemu Ruskola, New Left Review, n° 151, enero/febrero de 2025

Traducido por Tlaxcala, editado por Luis Casado

Teemu Ruskola, nacido en Finlandia, es profesor de Derecho y profesor de Lenguas y Civilizaciones de Asia Oriental en la Universidad de Pensilvania (EEUU). Es autor de The Unmaking of the Chinese Working Class, que publicará Verso Books en 2026; Legal Orientalism: China, the United States and Modern Law (Harvard University Press 2013); coautor de Schlesinger's Comparative Law (Foundation Press 2009); y coeditor, con David Eng Shuang Shen, de un número doble especial de la revista Social Text sobre «China and the Human» (2012).

Este ensayo está extraído de Teemu Ruskola, The Unmaking of the Chinese Working Class: The Global Limits of Capitalism, de próxima publicación en Verso.


Descargar documento 



22/02/2025

LUIS CASADO
Johannes Kaiser, empereur de l’apocalypse : l’homme qui veut euthanazier le Chili

 Luis CasadoRebelión, 19/2/2025
Traduit par Fausto GiudiceTlaxcala

Johannes Maximilian Kaiser Barentsvon Hohenhagen, le Führer du Parti National-Libertarien, candidat à la candidature pour l’élection présidentielle chilienne, prévue pour novembre 2025, a inventé le fil à couper le beurre : la réduction de « la charge fiscale pour faciliter l’esprit d’entreprise et la création d’emplois », ainsi que l’élimination de « la bureaucratie inutile qui freine l’épargne, l’investissement et la création de richesses ».

Le libre marché, l’ultra-libéralisme : il essaie de vendre sa poudre de perlimpinpin comme la nouveauté de l’année, alors qu’elle est plus vieille que les crinolines.

Ce n’est pas moi qui le dis : le Marchand de Venise de Shakespeare le savait dans sa pièce écrite en 1596-1597, il y a donc cinq siècles.

Le marchand Antonio accepte un prêt de Shylock, et la garantie qu’il offre est d’accepter que l’usurier lui coupe une tranche de sa propre chair s’il ne paie pas.

William n’invente rien : le paiement par le sang a été la règle (sans jeu de mots...) et reste très populaire aujourd’hui. Mieux encore, certains suggèrent que le rasoir et la tronçonneuse sont des versions de la même technique, ajoutant que nous Chiliens devrions adopter notre propre version de l’arnaque, revisitée et mise à jour.

Précisément parce que saigner les chrétiens à blanc était the must depuis l’arrivée de Pedro de Valdivia. Et pour ne pas manquer de chrétiens à saigner, l’Église s’est chargée de convertir la population autochtone avec le vieux truc usé du Paradis et de la Vierge Marie... Gloire à eux !

Le quotidien El Mercurio, plongé à fond dans la campagne du Führer Kaiser - ou Kaiser Führer, comme vous voudrez - met en exergue les brillantes idées du « cerveau économique » du candidat.

« ...le coordinateur économique de son programme, Victor Espinosa*, avait glissé - au moins - l’idée d’éliminer la Banque centrale, au milieu d’une explication plus large sur la possibilité d’ouvrir à la concurrence des monnaies à l’intérieur du pays ».

Parmi les monnaies qui entreraient en concurrence... la crypto-monnaie de Milei ?


Kaiser et son “cerveau économique” Victor Espinosa

Le “cerveau” de Kaiser, qui personnifie la réponse chilienne à l’IA par l’imbécillité naturelle, a inventé la réduction de « la charge fiscale pour faciliter l’esprit d’entreprise et la création d’emplois », ainsi que l’élimination de « la bureaucratie inutile qui freine l’épargne, l’investissement et la création de richesse ». (1)

Un certain Elon Musk réclame des royalties, tandis que Milei se réjouit d’être devenu célèbre.

El Mercurio demande « Quels impôts prévoyez-vous de réduire ou d’éliminer ? »

Le “cerveau” du Führer déploie la doxa, enfin, sa doxa :

« Il existe un large consensus sur la nécessité de réduire l’impôt sur les sociétés, car c’est lui qui pèse le plus sur l’investissement et la croissance. En une décennie, l’augmentation de cet impôt, à contre-courant de la tendance mondiale, a coûté à notre économie l’équivalent de 8 points de PIB. Aujourd’hui, avec un taux de 27%, le Chili se situe au-dessus de la moyenne de l’OCDE (23%). Mais nous ne nous contentons pas d’égaler la moyenne ; nous voulons que le Chili soit l’un des pays les plus compétitifs au monde. C’est pourquoi nous nous tournons vers les économies qui ont réussi à mettre en place des politiques fiscales intelligentes. L’Estonie, par exemple, maintient un taux d’imposition sur les sociétés de 20 %, alors que les USA, première économie mondiale, cherchent à le ramener à 15 %. Nous éliminerons les impôts qui créent des distorsions et des freins à la croissance. Il s’agit notamment de l’impôt sur les plus-values, qui représente une double imposition injuste, puisque ces plus-values sont déjà soumises à l’impôt sur le revenu. Nous réformerons également l’impôt foncier, qui est actuellement calculé sur la base d’évaluations volatiles du marché. Nous proposons de supprimer cet impôt pour les personnes âgées et de le remplacer par un système plus prévisible. Nous allons également revoir la TVA sur la construction ».

L’exemple qui réconforte le “cerveau” du Führer est... l’Estonie, qui en 1997 avait un PIB bien plus élevé qu’aujourd’hui, et qui montre dans les dernières années des baisses significatives de ce même PIB : -14,6% en 2009, -2,9% en 2020, -3,0% en 2023...

Une note de Wikipédia décrit le miracle estonien :

« À partir de 2009, le pays a subi une grave crise économique, et a vu son taux de chômage dépasser les 15,2 % en janvier 2010. L’économie de ce petit pays, très dépendant financièrement des banques suédoises, s’est alors révélée très fragile. La crise financière de 2008 a provoqué une débâcle dans le petit pays balte qui avait créé sa propre bulle immobilière : entre juin 2008 et juin 2009, le PIB a chuté de 15 %, la production industrielle de 34 % ». (2)

L’Estonie représente 0,22 % du PIB de l’UE et 0,3 % de sa population. La population de l’Estonie est de 1 315 000 habitants, ou plutôt elle diminue de manière significative chaque année.

L’Estonie a subi une perte importante de population depuis la fin des années 1990 (-4,9/1000 en 1998 ; -3,8/1000 en 1999), due à l’émigration d’une partie de ses habitants, mais surtout à un taux de fécondité très bas (1,37 enfant par femme en 2000 et 1,64 en 2010).

Dans le merveilleux exemple du “cerveau” Espinosa, la population émigre ou ne souhaite pas avoir d’enfants.

La comparaison avec le Chili pourrait être plus éloquente. Le PIB de l’Estonie représente 13,30 % du PIB du Chili et sa population 6,5 % de la nôtre. On se demande pourquoi le “cerveau” Espinosa n’a pas choisi l’exemple de l’Andorre ?

Les futés du Mercurio, inquiets du destin probable des fortunes chiliennes, ont interrogé le “cerveau” Espinosa sur la “méritocratie”. La réponse, la voici - détendez-vous, tout va très bien, madame etc.- :

« Selon les données du SII [Trésor Public], la principale richesse des Chiliens est constituée d’actions d’entreprises, souvent des groupes familiaux qui, dans de nombreux cas, ont créé leur entreprise à partir de rien au fil des ans. Il est donc normal que les fondateurs souhaitent assurer la continuité de ces projets et que leurs héritiers s’intéressent au maintien de la richesse créée par les générations précédentes. Il est évident que cette continuité passe par la méritocratie ; ceux qui prennent les rênes doivent être activement impliqués dans l’entreprise et avoir les compétences nécessaires pour la faire progresser. Nous pensons que le capital doit être taxé, mais sans devenir un obstacle à la continuité familiale. À cet égard, nous considérons que le modèle estonien d’imposition des successions, qui attribue la richesse aux héritiers à un coût nul et ne la taxe que lorsqu’elle est vendue, est très raisonnable. Cette approche nous semble essentielle pour renforcer les entreprises familiales, comme en Espagne, où les entreprises familiales sont sur un pied d’égalité avec les grandes entreprises ».


Kaiser et Milei, les crypto-führer

Comme on l’a dit, le bavardage du “cerveau” Espinosa est plus vieux que sassoir sur son cul, et a déjà provoqué un désastre planétaire en 2008 quand tout le système financier mondial, enthousiasmé par la dérégulation, le libre marché, l’ultra libéralisme et le vas-y, c’est pas toi qui paies, a fait faillite partout et que les États ont été obligés de faire des émissions monétaires insensées pour les remettre à flot.

Les banques prononcent alors cette fameuse phrase devenue mythique : Dieu vous le rendra !

Déjà dans ces années-là, un homme politique européen, un social-démocrate connu pour sa sagesse, sa prudence et sa grande capacité à ne rien faire pour fâcher le grand capital, expliquait la cause du désastre financier qui a secoué l’empire, l’Union européenne et les cinq continents.

Michel Rocard, qui a été maire, député, candidat à la présidence de la République, ministre et Premier ministre de la France, a été interviewé en 2011 sur TV5Monde à propos de la crise de 2008 :

Dans l’interview, un journaliste demande : « Qui est responsable de ce désastre ? »

Michel Rocard : « Il s’appelle Milton Friedman, il a eu le prix Nobel d’économie en 1976, il a produit une doctrine terrifiante par sa nocivité, dont personne ne s’est rendu compte. C’est l’homme suivi par treize autres prix Nobel d’économie... »

Journaliste : « Et par Margaret Thatcher et Ronald Reagan... »

Michel Rocard : « Ronald Reagan s’est mis à l’appliquer, et comme les États-Unis c’est gros, ça avait de l’importance... Les idées peuvent tuer, et c’est pas rien de faire tout un moment sur des idées... Dans toute une science économique qui, jusqu’à Keynes, et peut-être d’abord avec Keynes, avait le chômage comme préoccupation principale.... »

Journaliste : « ...et la régulation des marchés... »

Michel Rocard : « La régulation du marché en conséquence, le souci était le bien vivre, le plein emploi et la croissance. Dans ce système-là, les monétaristes, cet homme-là (Milton Friedman), ont inventé une philosophie qui dit, premièrement, que le marché s’auto-équilibre, et deuxièmement, que chaque équilibre de marché est optimal »

Journaliste : « Il n’y a pas besoin de régulation... »

Michel Rocard : « Pas besoin de régulation... Et ça fait plaisir... Les principaux gouvernements qui y sont allés tout de suite, c’est l’anglais, l’américain, le japonais, trente autres etc... La plupart des grands gouvernements de la planète ont adopté cette doctrine qui est devenue le cœur de l’enseignement de l’économie. Parce que le drame, c’est ce qui est arrivé à l’économie, comme si en médecine on découvrait que Louis Pasteur avait tout faux. Et qu’aujourd’hui, pour le gouvernement grec, pour le gouvernement français, ils voudraient recevoir des avis d’économistes qui ne soient pas des politiquement corrects de l’agrégation ancienne mode, qui ne soient pas formés par ce système de concepts dont les faits ont démontré qu’ils étaient toxiques. La grande responsabilité réside dans le fait que les gouvernements du monde entier se sont rués là-dedans. Pourquoi ? Parce qu’ils ont dit : débarrassons-nous e l’État, débarrassons-nous de l’impôt, gagnons plus et vive le profit, mais ça ne marche pas. Et maintenant, nous sommes obligés d’en sortir par une pratique - austérité, etc. - une pratique qui est antagonique à ce que disait le système, par une intervention publique pour sauver les banques, ce qu’on a fait en 2008, ce qui dément le système lui-même, et il faut réinventer une cohérence économique. La voilà, la responsabilité... »

Milton Friedman, ce grand irresponsable, ce sage fou qui a fondé l’école d’économie de Chicago, est l’une des idoles du “cerveau” Espinosa, avec Ludwig von Mises, autre prophète de l’Apocalypse.

Pour mesurer ce que le “cerveau” Espinosa célèbre comme des succès, il suffit de mentionner la dette publique de deux grandes puissances embarquées dans les politiques économiques ultra-libérales prônées par le conseiller du Führer : les USA et la France.

La dette publique des USA, cumulée par une douzaine de présidents, a franchi la barre des 34 000 milliards de dollars. Ce montant équivaut à 120% du PIB yankee.

La dette publique française dépasse les 3 303 milliards d’euros, soit 114% du PIB.

Pour prouver l’incohérence des ultra-libéraux, rappelons que pour entrer dans la zone euro, le traité de Maastricht impose à chaque pays d’avoir une dette publique inférieure à 60% de son PIB et un déficit budgétaire inférieur à 3% du PIB (le déficit français est de plus de 6%...). 

Les USA n’ont pas cette épée de Damoclès au-dessus de la tête : ils émettent de la monnaie quand bon leur semble, ont un déficit budgétaire qui “ m’en touche une sans faire bouger l’autre”, et ils exportent l’inflation dans le monde entier. Petit détail : le Chili ne jouit pas de ce privilège insensé.

L’arrivée éventuelle du Führer Kaiser à la présidence de ce qui reste de la république serait la pire catastrophe de l’histoire du Chili, avec la dictature de Pinochet.

On vous aura prévenus.

NdT

*Victor Espinosa a rédigé une thèse de doctorat à Madrid sous la houlette de Jesús Huerta de Soto, grand ponte de l’anarcho-capitalisme et militant du Parti de la Liberté Individuelle (P-LIB) espagnol, et l’ un des mentors de Javier Milei

NdA

(1) https://www.emol.com/noticias/Economia/2025/02/16/1157506/cerebro-economico-kaiser-propuestas.html

(2) https://fr.wikipedia.org/wiki/Économie_de_l%27Estonie

 

21/02/2025

LUIS CASADO
Croissance, vous avez dit croissance ?

Luis Casado, 21/2/2025
Traduit par Fausto Giudice, Tlaxcala


Le dictionnaire de la RAE (Académie royale d’Espagne] est une mine infinie de trésors. Depuis mon enfance, dans la bibliothèque du Lycée de San Fernando, j’ai cherché le sens des mots qui m’attiraient autant ou plus que les sourires de Paulina. Elle ne fut qu’une illusion éphémère, mais l’envie de connaître les étymons qui composent notre langue m’a marqué à jamais.

Si vous cherchez le mot “crecimiento” (croissance), le RAE propose deux significations, mais gardez l’œil ouvert :

 * Action et effet de croître (crecer)

* Augmentation de la valeur intrinsèque de la monnaie.

 J’espère que vous êtes partis en courant et que vous avez été satisfaits : des réactions différentes mais compréhensibles. Peut-être pas tant que ça, puisque depuis mon enfance je me souviens que la monnaie avait une tendance irrépressible à se transformer en merde et à finir par ne plus rien valoir. Tout d’abord, la monnaie n’a pas de valeur intrinsèque, mais seulement la valeur que lui donnent ceux qui la créent, la manipulent et l’instrumentalisent.

 Un billet de banque sur lequel vous écrivez 20 000 pesos vaut intrinsèquement la même somme d’argent que celui sur lequel vous écrivez 100 pesos, 1 000 pesos ou ce qui vous chante. Dans l’histoire récente, le peso a déjà été remplacé par l’escudo (mille anciens pesos pour un escudo), escudo qui a été bientôt remplacé par le peso (mille escudos pour un peso), ce qui porte la perte de valeur à un million de fois, rappelez-moi d’écrire à la RAE.

 Si je m’attarde sur le petit mot “crecer” c’est parce qu’il concentre toute la capacité programmatique des baladins qui aspirent au pouvoir politique au Chili, ce qui est la preuve irrémédiable du caractère farfelu de leur message.

 Une acromégalie gonadique a dû les traumatiser dans leur enfance. Ces types vendent de la pommade, ils en vivent, comme l’inventeur de l’arnaque au tonton malade, mais en moins drôle. Felipe m’a fait remarquer à juste titre qu’on ne peut pas faire la différence entre l’un et l’autre, car il n’y a rien de plus semblable à un crétin progressiste qu’un crétin réactionnaire.

 Le premier est destiné à disparaître, tandis que le second est dans les douleurs de m’accouchement.

Il a un avenir, du moins en apparence, un peu comme Adolf en septembre 1919, lorsqu’il a rejoint le Deutsche Arbeiterpartei. Un an plus tard, le Führer le rebaptise Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei, le parti nazi pour les amis, et on a vu ce qu’on a vu.

Une publication liée aux “hommes de travail” (c’est ainsi qu’on appelle le capitaliste au Chili) s’efforce de nous introduire (c’est le terme approprié) auprès de l’Elon Musk chilien, enlevez votre chapeau et saluez.

Il s’agit d’un “chercheur” qui a pris en charge la coordination du programme économique d’un certain Kaiser, avec pour mission de ramener l’impôt sur les sociétés de 27% à 15% et de réduire le nombre de ministères de 25 à seulement 9.

L’empereur, je veux dire Kaiser (en allemand Kaiser = empereur), terminait sa énième relecture de Mein Kampf quand l’idée géniale lui est venue : ce n’est pas autre chose, c’est l’histoire du Troisième Reich que ce Kaiser connaît.

Il se souvient de Hjalmar Schacht, un escroc impérial (pendant la Première Guerre mondiale, Schacht avait été nommé administrateur économique des territoires occupés en Belgique, puis révoqué peu après par les autorités militaires : il avait contacté son ancien employeur, la Dresdner Bank, pour recevoir les fonds du gouvernement belge saisis par les forces allemandes...) qui aida Adolf Hitler à collecter des fonds pour ses campagnes politiques. En 1932, Schacht organise une pétition d’industriels pour exiger la nomination d’Hitler au poste de chancelier. Une fois au pouvoir, Hitler nomme Schacht président de la Reichsbank puis ministre de l’Économie en 1934.

Kaiser a donc trouvé son Hjalmar Schacht, un certain Victor Espinosa, un “chercheur” qui, jusqu’à présent, n’a su qu’enthousiasmer Kaiser.

La publication affirme qu’ « il a un profil académique", ce qui ne veut pas dire grand-chose ou tout dire : c’est un gugusse inexpérimenté. La même publication déclare : "Il a fait ses études de troisième cycle en Espagne et n’a pas occupé de postes à responsabilité dans l’État ou dans le monde privé. Il a été formé par l’un des mentors intellectuels de Milei ».

En clair, c’est un idiot qui n’a jamais travaillé pour personne, ce qui, en économie, n’est pas un obstacle à l’ascension vers les sommets.

Espinosa reconnaît qu’il appartient à une école de pensée où le travail, c’est les autres, puisque ces génies - et leurs employeurs - ne font que penser. Son mémoire de fin d’études s’intitulait « Ludwig von Mises et le rôle de l’économiste : une approche historique ».

Ludwig von Mises est le père putatif de Milei, Musk, Trump et d’autres fanatiques talentueux de la croissance du profit tels que Milton Friedman et Friedrich Hayek. Le truc de Ludwig von Mises, c’est le raisonnement pragmatique :

* s’ils ou elles tètent, ce sont des mammifères....

* s’ils rongent, ce sont des rongeurs

* s’ils pratiquent l’onanisme, ce sont des économistes...

Ludwig von Mises a prononcé des phrases pour l’éternité, genre :

« L’économie de marché n’a besoin ni d’apologistes ni de propagandistes. ... Si vous cherchez un monument [à sa gloire], regardez autour de vous ».

Ludwig regardait vers La Dehesa [équivalent chilien d’Auteuil-Neuilly-Passy]...

Mais votre serviteur et ses lecteurs regardent surtout les favelas, les bidonvilles, les chabolas, les chozas the huts and shacks, die Strohhütten, трущобы.... Bref, nous regardons la misère générée par le marché libre d’une part, et la concentration inimaginable de la richesse entre quelques mains d’autre part.

Voulez-vous une autre citation de Ludwig von Mises ? La voici :

« Le système de production capitaliste est une démocratie économique dans laquelle chaque centime donne droit à un vote. Les consommateurs constituent le peuple souverain ».

Un consommateur comme Elon Musk, avec une fortune de 38 000 000 000 000 000 de cents de dollar, a droit à 38 milliards de voix. C’est pour cela qu’il est là où il est.

Et comme les “consommateurs” constituent le peuple souverain, les connards comme Donald Trump, Elon Musk, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg et consorts... règnent sur le beau monde imaginé par Ludwig von Mises et ses épigones.

Regardez ce qui nous attend avec ce putain d’empereur néo-nazi, et son “chercheur” Victor Espinosa, on vous aura prévenus.

Espinosa rêve de jouer le rôle de Terminator, de supprimer l’impôt sur les sociétés, les ministères, les syndicats, le droit du travail, le salaire minimum, l’éducation publique, la santé publique, tout ce qui sent le service public et, surprise, même la Banque centrale. Ce n’est pas une plaisanterie :

« Espinosa s’est montré favorable à l’élimination de la Banque centrale. Dans une émission en continu, il a déclaré que « pour éliminer la Banque centrale et ne pas nous obliger à utiliser le peso, il faut modifier la Constitution. Et nous avons besoin d’une majorité de 4/7. Si nous avons ce quorum, ce sera merveilleux ».

Espinosa ne dit pas s’il veut utiliser le reichsmark ou une autre de ses inventions. Il pourrait tout aussi bien revenir au mode de paiement utilisé autrefois dans les campagnes chiliennes : la “galleta”[du français galette, aujourd’hui on dit cookie, NdT].

En attendant, le progressisme doit encore identifier son prochain traître, pardon, candidat.

Voilà où nous en sommes.


 NdT

Johannes Maximilian Kaiser Barents‐von Hohenhagen, 49 ans, n’a pas créé le parti national-socialiste, mais national-libertarien. Il se voit déjà élu président du Chili en novembre 2025, avec un programme à faire pâlir d’envie Javier Milei. Un exemple de ses positions : « qui ne contribue pas, on le déporte ». Dehors donc les Vénézuéliens, les Haïtiens et autres Boliviens, qui taillent les rosiers, font le ménage et la cuisine et cirent les chaussures de ces messieurs-dames de la haute…

 

 Herr Kaiser a défrayé la chronique lorsqu'il fut élu député par les followers de sa chaîne youtube il y a 4 ans. Il se vantait d'avoir suivi 7 cursus universitaires, de Santiago à Innsbruck en passant par Heidelberg, mais n'en avait mené aucun à bien.

 

26/01/2025

FRANÇOIS VIDAL
La “Maganomics” de Trump o el regreso de los locos años veinte

El programa económico del nuevo presidente es una réplica casi perfecta del que dio lugar a los locos años veinte y... a la Gran Depresión.

Por supuesto, la economía globalizada de 2025 tiene poco en común con la de los años de entreguerras. Pero echar la vista atrás a la década republicana de los años veinte nos da una idea de lo que podría traer la aplicación del programa económico de Donald Trump, afirma François Vidal.

 François Vidal,  Les Échos , 16/1/2025
Traducido por Luis Casado 

François Vidal (1967) es Director Editorial en funciones del diario francés Les Échos, donde trabaja desde 1999.   
Un presidente usamericano puede ocultar a otro. O más bien a otros tres. Donald Trump se presenta a menudo como el heredero de Ronald Reagan. El hecho de que haya tomado prestado su lema de campaña, el famoso MAGA, «Make America Great Again», sin duda tiene algo que ver.

Marcha contra el hambre en los USA, cuando la Gran Depresión

Tampoco su gusto compartido por los chistes, los discursos musculosos y las firmes convicciones conservadoras. Pero, contrariamente a lo que se suele decir, esta «filiación» no afecta al ámbito económico.

En este ámbito, la inspiración de Donald Trump se encuentra un poco más atrás en la historia estadounidense. A los años veinte y al trío de presidentes republicanos que tomaron entonces las riendas del país. Los Maganomics son una réplica casi perfecta de los de los locos años veinte.

 

¿Aguantarán los frenos?
, viñeta de CK Berryman, 1925: Calvin Coolidge y Andrew Mellon en una carrera de coches cuesta abajo hacia la «reducción de impuestos», mientras que el burro del Partido Demócrata y el hombre que representa a la Cámara de Comercio de EE. UU. gritan «Au, dale gas».

  Andrew Mellon, el multimillonario clave de la época

Reducción de impuestos para los más ricos, recortes del gasto federal, desregulación total, límites a la inmigración, subida de aranceles... Todas estas medidas, que constituyen la columna vertebral de la «economía» de la candidatura Trump 2024, estaban en el centro de las políticas seguidas por Warren Harding, Calvin Coolidge y Herbert Hoover (al menos durante los primeros meses de su mandato).

Adeptos del «laissez-faire» en materia económica, los tres hombres liberalizaron constantemente la economía usamericana en nombre de la estimulación del crecimiento, protegiéndola al mismo tiempo de una competencia extranjera inevitablemente desleal.

Como resultado, en ocho años el tipo impositivo máximo se redujo del 73% al 25%, el presupuesto del Estado se redujo en un tercio y las reglas se suavizaron considerablemente, sobre todo en el sector bancario. Los aranceles aduaneros pasaron del 40% en 1922 al 60% a principios de los años treinta.

E incluso entonces, ¡un multimillonario desempeñó un papel clave en el plan! Andrew Mellon, banquero e industrial de éxito, fue secretario del Tesoro desde marzo de 1921 hasta febrero de 1932, uno de los mandatos más largos de la historia usamericana.

¡Tan cerca y tan lejos!, viñeta de CK Berryman, entre 1925 y 1929:  el secretario del Tesoro, Andrew Mellon, de pie frente a una enorme bolsa con la etiqueta «Excedente de EE. UU. de casi doscientos millones», muestra un cartel que dice «No habrá reducción de impuestos. Secretario Mellon» al ciudadano de a pie que sostiene su sombrero vacío (etiquetado como Contribuyente) en sus manos.

El unilateralismo actual de Donald Trump es un eco del aislacionismo de los años veinte

Dos factores comunes pueden explicar que, con un siglo de diferencia, se apliquen las mismas recetas. En primer lugar, la idea de que se está abriendo una nueva frontera económica y de que hay que eliminar los obstáculos que podrían entorpecer su exploración.

Con la electrificación y la taylorización de la industria sustituidas por la revolución de la inteligencia artificial.

En segundo lugar, el mismo deseo de cerrar fronteras para explotar todo el potencial del país. El unilateralismo actual de Donald Trump es un eco del aislacionismo de los años veinte.

Así que, por supuesto, la economía globalizada de 2025 tiene poco en común con la de los años de entreguerras. Pero merece la pena echar un vistazo al historial de esta década republicana para hacerse una idea de cómo podría desarrollarse el programa económico de Donald Trump.

El riesgo de un resultado similar

En primer lugar, porque los «locos años veinte» no usurparon su nombre. En el espacio de una década, la economía usamericana creció un 42%, una media de algo más del 4% anual... Una fase de prosperidad sin parangón en la historia del país. En segundo lugar, por supuesto, porque provocó un crack bursátil en vísperas de los años 30, desencadenando un colapso económico general con efectos en todo el mundo.

De repente, esta política, que había eliminado muchas de las barreras a la actividad económica, se vio envuelta en sus excesos, sumiendo en la pobreza a millones de usamericanos.

Los USA tardaron diez años en recuperar el PIB de 1929...

¿Debemos temer que las mismas causas produzcan los mismos efectos? Una cosa es cierta: la combinación de políticas liberales y proteccionistas que la administración Trump se dispone a poner en juego tiene lugar en un entorno muy diferente. Mientras que en la década de 1920, la combinación de políticas se diseñó para reactivar una economía en la que el Estado desempeñó un papel importante en la inmediata posguerra, la América de 2025 no padece los mismos males.

En realidad, no está sobreadministrada. Sin embargo, está mucho más endeudada. Sobre todo, lleva quince años en expansión continua (apenas interrumpida por Covid-19). Lo mismo puede decirse del mercado bursátil. Wall Street vuela de récord en récord, pareciendo dar más razón que nunca a quienes creen que se ha formado una burbuja en los mercados financieros. Pero esto no significa que estemos en enero de 1929 y no a principios de 1921...